Este camino es el comienzo para regresar a la actividad física.
Luego del cáncer de mama, operaciones y/o tratamientos como la radio y quimioterapia, hay un punto de inflexión en la vida de la mujer que las enfrenta.
Es un antes y un después que nos compromete integralmente así como a nuestro entorno.
El cuerpo se resiente obligándonos a largos períodos de sedentarismo.
Pilates es una forma diferente de realizar ejercicio.
En estas clases buscamos mejorar la resistencia cardiorrespiratoria para luego avanzar sobre ejercicios que ayuden a recuperar la funcionalidad en los movimientos. La respiración específica de este método ayuda a liberar tensiones y sentirnos más conectados con nuestro ser. El movimiento consciente fortalece, activa la circulación y favorece el drenaje linfático a la vez que estira zonas que están tensas por cicatrices.
Respirar bien nos aclara la mente y nos ayuda a pensar tranquilos. A partir de esto ejercitaremos la concentración y el control para realizar el esfuerzo correcto en nuestros movimientos. Por lo tanto a través de Método Pilates nos concentraremos para poder realizar los ejercicios, ejecutarlos a conciencia y con la intención de lograr un buen resultado.
Podemos hacer Pilates en muchas posiciones distintas, y los ejercicios y accesorios que utilizamos pueden ser modificados para cualquier nivel.
Clase a clase iremos fortaleciendo todo nuestro cuerpo. Esto nos ayudará a realizar las actividades cotidianas con más facilidad.
El ejercicio físico reduce la fatiga, estimula el positivismo, y disminuye la depresión; realizarlo en grupo aleja la soledad.
El objetivo de estas clases es proporcionarle a nuestro cuerpo las posibilidades para lograr una mejor calidad de vida.
Deseamos que dejes de ser un paciente pasivo en un centro médico, y pases a ser sujeto activo de tu sanación.